CUENTO PARA PONER CORAJE - Capítulo Seis

Ella, la niña roja, cree en el intercambio de energías. Cree que aunque no pueda decir la palabra indicada para hacer sentir mejor a este ser en pena que encontró en su andar rodado, el solo encuentro, la sola compañía, generan un fluir sutil que ejerce su influencia entre los dos seres que intentan comunicarse.

"¿Seré la última poetisa del existencialismo?", se preguntaba a veces. "¿Seré la reencarnación de una bruja quemada en la hoguera en el siglo XV? ¿O será que soy demasiado ambiciosa?"

Se preguntaba esas cosas, y creía en el intercambio energético.

CUENTO PARA PONER CORAJE - Capítulo Cinco

Cantando voy, con mi cántaro; yo, la niña roja, virtiendo víveres al pasar por el canto rodado. Víveres de canción, que se deslizan y se cuelan por las canaletas del camino que ando. Mi cántaro guarda bien las cualidades probadas, las exactitudes consultadas, las verdades experienciadas. Vierten y divierten las virtudes de mi cántaro. Visten con gracia de cáñamo a toda la villa. Y bailan, bailan y bullen víboras y lombrices. Se vierte, se cuela, nutre la tierra el vaivén de mi canto.

CUENTO PARA PONER CORAJE - Capítulo Cuatro

Probar:
1- Experimentar las cualidades de una persona, un animal, una cosa.
2- Examinar la medida o exactitud de una cosa.
3- Manifestar la verdad de una cosa.
4- Gustar un manjar.
5- Intentar.
6- Sentar.

Prudencia:
1- Virtud que hace prever y evitar las faltas y peligros.
2- Buen juicio, cordura.
3- Templanza, moderación.

Diferencia:
1- Falta de similitud.
2- Residuo de una sustracción.
3- Controversia, debate, disensión.

CUENTO PARA PONER CORAJE - Capítulo Tres

¡Vamos, niña roja! Valentía te vestía. No te saques el disfraz. Abre la puerta derecha. Bien, así, no dudes. Bien, tu mano ya está en el picaporte. No te despidas, no es necesario. Gira la manícula. No, no te distraigas con la luz que apunta al centro del puente. Sal, sal; atraviesa la abertura. Ahí hay aventura. Venturate, venturate. Ahí afuera eres sabia, recuerdas? Te lo dijeron. Te llamaron. Te necesitan. La luz queda alumbrando el centro de este puente. Yo te hablo desde la puerta izquierda; yo cuidaré que la puerta no se cierre. Vé, niña roja, y ve. Cuando veas, lo sabrás. Sin confusión.

CUENTO PARA PONER CORAJE - Capitulo Dos

La visita continuaba. La puerta derecha se abrió, y una voz le habló a la niña roja. La puerta se cerró.
"Me dijeron que soy sabia."
"Yo sabía."
"¡Pero me pensaba niña!"
La puerta izquierda se abrió, y una luz apuntó al centro del puente.
"¡Pruebas!"
"¡Prudencia! ¡No me toques! Puedo lastimar."
"¿Me o te?"
"No hay diferencia."
"Que rima con prudencia."
"¿Cuál será la etimología? Prud-encia. Difer-encia."
"Mañana lo busco en el diccionario."
"¿Mañana?"
"Quiero quedarme afuera del tiempo."

CUENTO PARA PONER CORAJE - Capítulo Uno

Valiente, la niña roja se acomodó en su puesto. Todo puesto ahí: puerta a la derecha, puerta a la izquierda, puerto cruzando el horizonte. Puesta la música, expuesto el panorama, hecha la apuesta, se dispuso a recibirlo.
El muchacho que se había puesto en mira era en verdad apuesto. Ahí estaban, cada uno de su lado del puente, cada uno con su puerta a la derecha, su puerta a la izquierda, su puerto cruzando el horizonte.
"¡Prudencia!", gritaba pudorosa la voz violeta de la niña roja.
"¡Prueba!", blandía el gesto acaramelado del púbero anís.
"No sé hablar con música, no sé hablar con música."
"Cantemos más suave, cantemos más fuerte."
"¿Sabés pronunciar?"
"¿Podés rescatar?"
"¿Querés pruebas?"
"¿Supervivencia?"
"Anís, anís. Pies de Anahí."
"Osiris. Iris. ohm. Ra."
"Ah, ahora entiendo. Como los Beatles: SHA GURU DEI VA - OHMMMM."
"Algo así, pero no exactamente."
"¿Hay pruebas de lo exacto?"
"El acto anterior."
"Pero ya no existe. Si es acto, es ahora. ¿Cómo puede el acto ser prueba?"
"¿Prueba o puerta?"
"Puente."
"Auhm. Eso sí."

¡Cuánto prurito se proyectaba ahí!

(Quisiera provocarlo con parafernalia exótica. Quisiera desparasitarme de la prudencia corajuda. Quisiera probarme con una canción pirotécnica.)

AL FRENTE DE MI MISMA

Me siento al frente de mí misma y escribo.

Escribo lo que nunca podría decir.

Escribo palabras de desangre, de malicia, de amor.

Te digo lo que siempre quise escuchar.

Te describo, me derribo.

Me tiento y te lamento.

¡Contaré tantas cosas de pasiones y mortajas!

Mecerte entre mis brazos y mojarte los labios es mi mofa roña.

¿Cuánta bondad es necesaria para que nuestro amor enfurezca?

¿Cuánta cama sin hacer deberá revolcarnos?

Una tibia tarde de verano oscurecerá el ardor

que nos conmueve hasta los huesos.

Acercate, amor, acercate. Acariciame hasta congelarte.

No detengas los vientos otoñales que se ciernen sobre tu cornisa.

Dejame que los vea.

¿Por qué dejar palidecer la llama de mañana?

Probemos los néctares de tu azufre.

Ataquemos las rocas de mis ríos.

Sintamos la penumbra de nuestros soles.

Roberta contestataria

Estoy ya cansada de esta sociedad

donde todo lo que importa es gastar, gastar, gastar, gastar.

La dureza de tu verga

es sinónimo de hombría

si sos mina, cuidate y lavate siempre la vagina

porque hay lobos feroces

oliendo todos tus miedos

y al primer descuido

te la terminan poniendo.

Será mejor que se te ocurran las mejores ideas

pero que te las guardes así nadie se da cuenta

y no corrés el peligro

de que te tilden de loquita

y de quedarte afuera

¡DE SU MALDITO SISTEMA!

¡YO ME QUIERO SALIR!

Y QUIERO QUE TU TE SALGAS

amigo, amiga, compañeros tercermundistas

abracémonos, hermanos

y salgamos a la conquista:

hay una nueva manera de pensar

¡Y NO NO, NO NO ES, NO NO ES LA COMUNISTA!

que se cargó a tanta gente

como los malditos fachistas.

Qué querés que te diga, hermano

yo ya no sé

si los colores que te muestro

son también los que tú ves,

si la energía del cambio

se metió dentro de tu piel

si este ritmo que transpiro

te sacude los pies.

yeahhhh…